martes, 19 de agosto de 2014

El libro se abre y proyecta, de David Sorbille

A “Resplandor final”
de Liliana Díaz Mindurry (2011)

El libro se abre y proyecta un resplandor en el espejo
y en otros espejos como cuadros que se multiplican por diez
o en miles de cuadros y espejos que se proyectan en poemas
como en deseos furtivos en donde todo es real
pero también precario como una silueta en el viento

Quiero decir que todo parece estar cerca pero se intuye
que hay algo más en el otro lado de las cosas que suceden
o se precipitan como la memoria en las calles
donde las palabras se caen o se incendian y resucitan
convertidas en estrellas fugaces
como el último calor de los cuerpos antes de la muerte

Quiero decir que los pensamientos refugiados en las cavernas
donde el silencio se burla de este mundo que parece inventado
por el ladrido de cualquier hombre en un país de sombras
y carceleros donde todo parece que no sucede
es como una mala copia del infierno
o de un paraíso oscuro y simulado

Quiero decir que a pesar del cruel estigma donde los recuerdos
fueron borrados por la tiranía del miedo y la tortura
subsiste la ilusión final de una puerta que se abre a la vida
como a los miles de espejos y resplandores que se proyectan
en poemas donde se refleja tu pasión y la mía


(de "Un puente de voces", Enigma Editores, 2012)

1 comentario:

  1. un poema que es necesario agradecer, David, un abrazo,,,

    alicia b. pastore (agnès)

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