sábado, 9 de agosto de 2014

Marosa di Giorgio


(Partida de Claudio Ross)
En este día mueren algunos; caen como cometas; los palillos un poco desparramados, el papel frágil, y hasta alguna yema rota como si hubieran estado incubando. Del cielo, del más altísimo cielo,bajan lloviznas que  no
alcanzan el suelo.
Y así, todo.
Hasta que aquí lejos, Claudio, allá cerca, entre los alhelíes, trina el gallo blanco. Y empiezo a llorar desesperadamente.

Haces desaparecer en un minuto insólito un huevo, un alelí, o paseas en horas extrañas, por las estampas desoladas del sur, la tuya, impar.

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